sábado, 30 de noviembre de 2013

Mágica, Sagrada, Alquímica, La Poesía De Alejandro Jodorowsky (Tercera Parte)

En ocasiones el código alquímico se sirve de un imaginario donde el Sol y el Rey hacen las veces del elemento masculino, la Luna y la Reina, de lo femenino, y la unión de ambos gesta el elemento sagrado identificado con el oro. Oro que buscan los alquimistas, oro que adoraron los surrealistas, oro que Jodorowsky encuentra en su nombre para revelar su filiación respecto de dichos valores: “alejandr­OJO-D-ORO­wsky”. De hecho, ese simbolismo astronómico aparece evocado en poemas como “El imposible encuentro”:

... Nunca te encontré, siempre te he perdido,
una eternidad que viajo en pos del imposible encuentro
para decirte que eres tú quien beso a beso, tajo a tajo,
ha edificado mis sueños,
perforando el abismo hasta convertirlo en torre,
terraza sin corona donde el sol se hunde
y me obliga a recibirlo
convertido para siempre en luna
(Solo de amor 79)

Dicha unión permite al alquimista alcanzar un conocimiento superior de sí mismo y del mundo, del Todo holístico que conforma la existencia, y al que también el poeta aspira a través de un des­pertar a un nivel superior de conciencia. La dimensión mágica de la poesía la convierte en poesía filosofal o, como Jodorowsky la denomina, en Poesofía. Aparentemente esta mención parece aunar “poesía” y “filosofía”, sobre todo al considerar que el poeta se sirve de numerosas fuentes que remiten a la filosofía presocrática, socrática, platónica, aristotélica, kantiana, hegeliana, marxista, rousseauniana; menciona el Zohar, la Cábala, la Mística, la Torah, la Biblia; habla de Wittgenstein, Freud, Jung, Lacan, del existencialismo y el nihilismo... Sin embargo es preciso remarcar que Jodorowsky no pretende erigirse en filósofo; él es poeta, y la filosofía es solo uno de los muchos cauces que emplea para aprehender la realidad. Pero su foco de interés trasciende esta u otras disciplinas, es una búsqueda iniciática motivada por la máxima griega nosce te ipsum, propia de la sabiduría gnóstica (conocimiento de uno mismo que ha de revertir en un conocimiento y fusión con el Todo cósmico del que el individuo forma parte). 
La Poesofía supera la unión de poesía y filosofía para plantear la noción de poesía filosofal, que se nutre además de la mitología, el arte, la mística y la teosofía entre otras cuestiones... Ello conduce a que el poésofo sea fundamentalmente un iniciado cuya mirada sobre el mundo sea íntegra y profunda, y trasluzca su belleza y amor latente. No en vano, Jodorowsky refiere las cualidades del poésofo en un texto titulado Sinceridad:

El poésofo considera que no debe hablar de sí mismo presentándose 
como un modelo sublime o un ángel expiatorio (su herida no interesa 
si no es la herida de todos). También se niega a describir el cuerpo 
de la mujer. No son las trenzas ni la piel ni los senos ni el perfume: 
es el alma. Tampoco desea lamentar la muerte de un ser querido. 
Para colmar esa ausencia ni un cosmos de poemas bastaría. Ahí sólo 
cabe el silencio [...]. No necesita ponerse al servicio de una ideología. 
Asestar una verdad partidaria es sólo un comercio oportunista. El 
poésofo se niega a rendir homenajes al español antiguo. Las rimas 
hermosas en su tiempo hoy son novias carcomidas. Tampoco quiere 
cultivar la forma despojando a las palabras de su insondable con­tenido. 
Sin laureles, abandona la carroza para avanzar, desnudo en 
la memoria, hasta llegar al olvido y obtener la gloria de conocer la 
mirada del Otro a costa del sacrificio de sí mismo (La escalera de los 
ángeles. Reflexiones sobre el arte de pensar 86­87).

María Teresa Sánchez Carmona. “El poder de la palabra: poesía y alquimia en Alejandro Jodorowsky”.

╰☆╮

Como el salmón que remonta infatigable la corriente, inicia el regreso a ti mism@.
— Alejandro Jodorowsky 
Abandona los ensueños y regresa a tu cuerpo, que su resplandor te indique los senderos milagrosos que se abren en la tierra.
— Alejandro Jodorowsky 
Placer de investigar los estertores de la carne despojada de la tiranía del intelecto.
— Alejandro Jodorowsky 
Al exterior avanza como una res llevada al matadero, pero en el interior absorbe la fuerza del dragón eterno.
— Alejandro Jodorowsky 


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@alejodorowsky en Twitter
Montaje de Imagen: Manny Jaef 





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