martes, 31 de diciembre de 2013

A TOD@S MIS AMIG@S...

Bien que intento no vivirme interiormente en un tiempo dado o en un espacio definido; siento que, lo que llamamos: “fin de año” o “comienzo de año” corresponde a una lógica cíclica, a puntuaciones en el proceso de transformación de la materia en espíritu, al latido que (rítmicamente) lo permite: progresivamente, de forma puntuada, como una sinfonía poética-milagrosa: momentos de pasajes en los que la flor divina va brotando sin regresar atrás. Que corresponde también al ciclo temporal que emplea la Tierra en realizar su vía elíptica (cíclico) alrededor del sol: 365 días con 6 horas aproximadamente, lapso cronológico al cual precisamente denominamos “año”... Y después de ese “lapso” ella vuelve al momento de máximo acercamiento al Sol, simbólicamente: al su calor espiritual divino... 

Festejar el “comienzo de año” representa para mí (entre tantas otras cosas) el festejo del milagro transformativo de la existencia: el hecho de estar participando a un destino maravilloso, que sería: la espiritualización de materia. Festejarlo, también representa poder ser conscientes de ese milagro y poder decidir participar activamente en él, intentando identificarse silenciosamente, intuitivamente, amorosamente a la conciencia divina que lo produce, nos produce y es nosotr@s y: agradecer el hecho de estar sumergid@s en este posible destino colectivo extraordinario, entusiasmante, mágico, luminoso y, poder encausarlo, compartirlo con amor, fuerza, creatividad, poesía, luz, nobleza, responsabilidad... etc... ¡Qué belleza! ¡Qué belleza! ¡Qué belleza...!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Feliz estoy de transitar esta existencia con ustedes, l@s amo infinitamente... ¡FELIZ NUEVO CICLO!

Cristóbal Jodorowsky en Facebook 


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