jueves, 24 de abril de 2014

Estamos Vacíos Si No Sentimos Amor

Alejandro Jodorowsky: Las neuronas del cerebro infantil, tal como espejos, tienen la cualidad de reflejar y almacenar los sentimientos de los padres. Crecemos sintiendo sufrimientos que no son nuestros. También, por un deseo de pertenecerles y de ser amados por ellos, reproducimos enfermedades de nuestros antecesores. Ellos, en cambio, pueden no ver nuestra individualidad y nos convierten en sus prolongaciones. El nombre de un bisabuelo (y también su oficio) puede transmitirse al abuelo, al padre y al nieto, y en ese nombre va contenido el destino que padeciera el antepasado. Muchas veces una depresión, un fracaso, un tumor, etc., por adhesión al clan, se transmite de un familiar a otro.

Los niños, en su afán de ser queridos por sus padres, temen ser juzgados culpables de alguna falta. Para un pequeño, que depende vitalmente de sus mayores, es terrorífico despertar su enojo y ser castigado. Por lo cual aprende a negar aquello que Freud llamó «perversidad polimorfa»: deseos sexuales infantiles hacia cualquier objeto, libremente, antes de que haya actuado la represión. Esta amoralidad primera, innata, tiene que ser aceptada cuando se trabaja para eliminar los efectos de un trauma.


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Alejandro Jodorowsky en “Manual de Psicomagia”. 
Imagen: kenabe
Montaje de Imagen: Manny Jaef 



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