jueves, 31 de julio de 2014

Me Duele El Alma, Me Traicionaron, ¿Qué Hacer?

“No te duele el alma sino el ego. Compadece a quien te traicionó: te ha perdido”.
— Alejandro Jodorowsky 

DANA CONSULTA:
Querido Alejandro,
Tengo 26 años y un problema aparentemente banal: ¿cómo se sabe si la persona que está a tu lado, cuando te dice que es tu amiga, es sincera o te miente?... Me torturan los celos y las dudas. ¿Es posible que por años me haya fiado de ella, contándole mi vida, mientras ella conspiraba secretamente para herirme?
Gracias
Dana

ALEJANDRO JODOROWSKY RESPONDE:
Querido Dana,
Cuando te quejas escribiendo “¿Es posible que por años me haya fiado de ella, contándole toda mi vida, mientras ella conspiraba secretamente para herirme?”, en el fondo me dices que fuiste cómplice de aquello... Nuestro inconsciente tiene poderes telepáticos, está unido al inconsciente colectivo, lo sabe todo. Si no fuiste capaz de darte cuenta de la traición, que duró años, es porque, sabiéndola, no la dejaste aflorar a tu conciencia. El ser víctima te convenía...

Hay algo que debes saber: antes de convertirnos en un ser consciente, reproducimos el nivel emocional de nuestra infancia. Y si nuestro padres cometieron abusos con nosotros (los abusos pueden ser intelectuales, llenarte el cerebro de ideas locas, desvalorizarte... O emocionales, no darte el cariño en forma natural sino obligarte a ganarlo, “si haces esto mereces nuestro amor; si no haces lo que queremos, no lo mereces”, también prefiriendo a algún hermano o hermana, etc... O libidinales, hacerte vivir actos antes de tiempo, o retardar tu desarrollo sexual embutiéndote prejuicios fanáticos... O bien materiales, no dándote un espacio conveniente, obligándote a comer lo que detestas, separándote de tu territorio querido, etc)… Lo que en la infancia te hacen, más tarde tú te lo haces. Si tu madre te traicionó, buscas una mujer que te traicione. (Es muy común, te lo digo para que entiendas el mecanismo, que las mujeres que tuvieron un padre ausente, se enamoren de hombres que están lejos). Examina tus padeceres infantiles. Date cuenta que desde que eres niño has buscado la amistad absoluta, la honestidad emocional, porque alguien de tu familia la buscó sin encontrarla. Tu árbol genealógico, sin lugar a dudas ha padecido muchas traiciones... Ahora bien, pregúntate: ¿Qué interés tiene una mujer de permanecer años junto a un hombre, actuando una comedia en la que no lo ama? ¿Por qué, si crees haberla descubierto, la niega y lucha para que no la expulses de tu vida? ¿Qué la ata a ti? Porque de toda evidencia, por tu carta, ella está atada a ti... ¿Y tu madre? ¿Has logrado liberarte de ella?
Si llamas traición al hecho de que ella haya tenido amantes, reconoce que te ama a su manera pero que no la satisfaces. Si la quieres, cosa que no dudo, porque te acosa la angustia, valientemente encara la cosa:
Logra que frente a ti ella realice una copulación con otro hombre. Observa lo que sientes. Quizás eso es lo que inconscientemente habías deseado. Quizás tus celos son un delirio proveniente de una pulsión homosexual que rechazas. Estamos en el siglo XXI: sé capaz de compartir tu mujer con otro, y si te sientes tentado, participa en este acto liberador... Haz que tu mujer, cuando realiza el coito, lleve una máscara hecha con una fotografía del rostro de tu madre.
¡Animo, guerrero!


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Imagen: Treachery by Aletia
Montaje de Imagen: Manny Jaef 
@alejodorowsky en Twitter

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