viernes, 22 de agosto de 2014

Nada Se Escurre, De Enrique Lihn

Alejandro Jodorowsky: Teníamos 20 años. En 1949 le financié a Enrique Lihn su primer libro “Nada se escurre”. Agradecido me dedicó un soneto. PARA ALEJANDRO DIGO:

Para Alejandro digo Prometeo
corazón de paloma, trigo duro,
lámpara deshojada, blando muro,
vértigo conceptual. domingo ateo.

Lo recuerdo profeta del jadeo,
cándida luz perdona su pie oscuro,
mientras extrae sienes, con seguro
beso decora un triste camafeo.

No te herirá mi sombra compañero,
no te será campana el asidero
de mi amistad: yo paso y tú sonido.

Derroche espigas ese yermo en vano,
caigan a tierra muros, huesos, manos,
pero escuche en el aire tu latido.

Dos versos de Enrique Lihn que han sido mi guía: 

“No iba a encender en el hueco de la mano
ninguna luz que no fuera tempestad”.

╰☆╮

Diálogos vía Twitter 
Comentarios de seguidores en Twitter:
- @belys0758: Para Belisario digo Mercurio
Corazón de Cangrejo, tierra fértil
Teléfono descolgado, sueño Libertario,
Esquiador centrado, Sano.
Alejandro Jodorowsky: Con sutil delicadeza, Lihn escribió ese soneto dedicado a Alejandro, en “alejandrinos”: versos de 11 sílabas.
- @Airinigm: ¿Los alejandrinos no son versos de 14 sílabas?
Respuesta: Tienes razón. Me engañé a mí mismo durante 65 años. Me halagaba más que fueran alejandrinos y no endecasílabos.


∼✻∼
Imagen: Portada del libro “Nada se escurre”, de Enrique Lihn, publicado en 1949.  
Montaje de Imagen: Manny Jaef 
@alejodorowsky en Twitter

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