martes, 31 de marzo de 2015

La Brevedad Y Los Koans De Alejandro Jodorowsky

En Jodorowsky’s Dune, el documental que estrenó en el año 2013, el cinematógrafo, chileno Alejandro Jodorowsky elaboraba sobre su proyecto ambicioso de adaptar la novela de ciencia ficción, Dune (1965), a una película. Explicó Jodorowsky durante sus entrevistas que su objetivo de la adaptación cinemática era cambiar la consciencia de la humanidad y presentar un nuevo profeta mundial. Aunque el proyecto no se realizó como producto cinematográfico, la voluntad y el esfuerzo que entregó Jodorowsky para su proyecto demuestra su dedicación a la misión espiritual y revolucionario de su arte. El estilo experimental de Jodorowsky encuentra sus expresiones en el teatro, cine, novelas gráficas y obras literarias incluso la micro ficción. Como proponente y orador público de la psicomagia, la tendencia de Jodorowsky de sacar y mezclar influencias esotéricas y prácticas de New Age incluye su encuentro con el budismo zen durante los años sesenta como estudiante bajo el maestro japonés, Ejo Takata.


Cuando Ejo y Jodorowsky se conocieron en México durante los años sesenta, otros encuentros de tradiciones occidentales y orientales ya empezaron a establecerse. Entre ellos fueron el maestro de Zen, D.T. Suzuki, el erudito filosófico, Alan Watts, y escritores de la generación Beat: Gary Snyder, Allen Ginsberg, Jack Kerouac, Joan Kyger, Philip Whalen y Lou Welch. Estas colaboraciones e intercambios de influencias no pretendían crear productos fieles a la tradición sino una adaptación o hibridez de arte, filosofía y práctica de ambas tradiciones. En cuanto a Jodorowsky y su práctica del budismo Zen, se dedicó a la relación del discípulo-maestro a través de sus estudios de los koans bajo la dirección de Ejo Takata. En su libro, El maestro y las magas, Jodorowsky describe que los alumnos occidentales de Ejo estaban convencidos de su dedicación hacía el descubrimiento de la iluminación, pero “pronto comprendimos que la meditación Zen no era un juego... era un trabajo titánico”. Entonces, su trabajo con Ejo incluyó entre otras tareas de Zen la práctica de los koans.

En su colección de microficción, El tesoro de la sombra (2003), Jodorowsky incluye sus propios koans que contienen la influencia de su entrenamiento tradicional, pero también en su contexto contemporáneo. Casi todos los koans en El tesoro de la sombra imitan la forma tradicional: una pregunta y respuesta entre el maestro y el discípulo. También mantienen la idea de que el intelecto debería morirse para percibir la verdad de cada caso. Sin embargo, existen diferencias que contextualizan el koan jodorowskiano como texto de microficción latinoamericana contemporánea. En totalidad, los koans originales de Jodorowsky representan una mezcla de su entrenamiento tradicional con la estética de brevedad en la microficción contemporánea.

El koan 146 de la colección que se titula, “Intercambio” demuestra una de las características definitivas del género de microficción que es la necesidad del título para el lector:

-Maestro, ¿cuándo llegaré a la perfección?
-Cuando dar se te haga tan importante como recibir.

En primer lugar, la forma de la pregunta y respuesta entre el maestro y el estudiante se mantiene en este koan, pero la ultra-importancia del título en el ejemplo previo supera los títulos de los koans tradicionales que suelen ser palabras repetidas en el koan mismo. Es decir, que el cuerpo de texto de los koans tradicionales no necesitan un título para resumir, contextualizar, o dar una pista para sugerir significados, pero los koans de Jodorowsky subrayan esta oportunidad para incluir el título como componente necesario. En el ejemplo dado, la palabra, “Intercambio” no aparece en el diálogo, pero mantiene su integridad como una condensación de la lección ofrecida del texto. El aporte del título en este caso sirve como un resumen de la respuesta del maestro. Alcanzando una forma circular, el título sirve como la pista y la respuesta al mismo tiempo. La forma circular de este microcuento no es una extraña adición a los conceptos de Zen, pero en el caso de los koans es un adorno artístico de la brevedad que incluye Jodorowsky en su presentación de sus propios koans.

Lo que sí mantiene Jodorowsky es esta idea de la muerte del intelecto o del intelectual por la vía de los koans. Bajo sus estudios con Ejo Takata, Jodorowsky discutía los significados y respuestas de koans tradicionales, intentando escaparse de las dicotomías del lenguaje, y a veces recibiendo golpes o insultos del maestro por sus intentos errados. En sus koans, Jodorowsky emula esta relación rigurosa pero humorística e irónica entre el maestro y su discípulo. Por ejemplo, en el texto 145 llamado “Koan”:

-Maestro, me es imposible decir si este vaso está medio vacío o medio lleno. ¿Qué hacer?
-¡Rompe el vaso! 

La ironía y humor de la respuesta inesperada es un rasgo del koan tradicional aplicado al frase popular para determinar el pesimismo o optimismo de la perspectiva. Esta breve respuesta sirve como un golpe de sabiduría para aconsejar pero también para sacar las barreras del lenguaje que conceptualiza dicotomías como el espacio físico del lleno/vacío o el concepto de optimismo/pesimismo. Este espacio sin marcos lingüísticos en el koan no necesariamente pretende causar el satori, pero podría impartir una chispa de sabiduría a través del humor e ironía que ofrece el koan y el texto de microficción.

Kate Bundy, M.A. Spanish Literature


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