miércoles, 25 de marzo de 2015

La Médula Ósea, El Lugar Donde Anida La Felicidad

Es un tipo de tejido que se encuentra en el interior de los grandes huesos, sobre todo de los centrales del cuerpo como cráneo, vértebras, costillas, esternón, cintura escapular y pelvis.

Le preguntaron a Alejandro Jodorowsky: ¿Dónde está la felicidad?

-“La felicidad está en tus huesos. Cuando te metes en tu esqueleto y empiezas a sentir la médula de tus huesos, la médula de tus huesos es completamente feliz. Somos felices, completamente felices. Lo que pasa es que no nos damos cuenta”.

Muchas veces se confunde con la médula espinal. Ambas tienen funciones totalmente distintas. La médula espinal se encuentra en la columna y transmite los impulsos nerviosos hacia todo el cuerpo, representa las más profundas creencias sobre uno mismo. La forma de apoyarse y cuidarse. Por ese motivo nos quedamos paralizados si la médula se corta, sufriendo una parálisis de cintura para abajo.

En cambio, la médula ósea fabrica las células sanguíneas y no tiene ninguna función nerviosa. En el lenguaje coloquial se le llama tuétano. Puede ser de 2 tipos:

-La médula ósea roja, que ocupa el tejido esponjoso de los huesos planos, como el esternón, las vértebras, la pelvis y las costillas; es el lugar donde se produce la sangre, porque contiene las células madre que originan los tres tipos de células sanguíneas que son los leucocitos, hematíes y plaquetas.

-La médula ósea amarilla, que es tejido adiposo y se localiza en los canales medulares de los huesos largos.

La médula ósea puede trasplantarse, ya que puede extraerse de un hueso de donante vivo, generalmente del esternón o de la cadera, mediante una punción y aspiración y transfundirse al sistema circulatorio del receptor si existe compatibilidad.

En la médula ósea, al igual que en la piel, encontramos células madre que son capaces de multiplicarse y crear células especializadas.

Los síndromes mielodisplásicos (mielo -médula ósea, displásico -crecimiento anormal) son un grupo de afecciones causadas por anomalías de las células de la médula ósea que producen la sangre. En los síndromes mielodisplásicos la médula ósea no puede producir eficazmente células sanguíneas. Muchas de las células que produce son defectuosas. El paciente tiene anemia, bajas defensas, cansancio y debilidad.

En los síndromes mielodisplásicos, las células madre sanguíneas no maduran y no se convierten en glóbulos rojos, glóbulos blancos o plaquetas sanas. Las células sanguíneas inmaduras, llamados blastos, no funcionan normalmente y mueren en la médula ósea o brevemente después de ingresar en la sangre.

Un psicoanatomista, con conocimientos de psicogenealogía y de psicomagia, diría que en la médula ósea está la fábrica de la felicidad, la sangre es la vida y la madre es la que nos la da. Cuando la madre falla, puede que por su propia depresión, el hijo no madura, no prospera, sin la alegría primigenia que inyecta la madre, siente en un momento dado que la vida se le va y no ha conocido la felicidad.

Volver a nacer de nuevo, realizando el acto de “masaje de nacimiento” podría ser sanador cuando aún se está a tiempo.

Dice Alejandro Jodorowsky que: “Existimos porque el universo nos necesita. En lo más profundo de nosotros sabemos quienes somos y también a qué hemos venido”.

Imagen: Bone & Marrow cover art by Alcoa


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