viernes, 31 de julio de 2015

Anatomía De La Pareja (Primera Parte)


Una pareja de turistas enamorados se halla en un cerro de Valparaíso. La noche es clara y a sus pies se despliega la magnífica bahía, con su agua oscura y el gran arco formado por las luces de la ciudad.
-¡Mira, querido, todas esas luces! -exclama la joven mujer-: son otras tantas personas que viven, aman, comen, duermen, sueñan...
-Pues... -interviene su acompañante- yo creí que todos esos pequeños puntos luminosos eran simplemente luces.

Dos personas observan la misma realidad, pero hacen de ella dos lecturas diferentes. La percepción del hombre es menos poética que la de la mujer. Pero no es importante que el mundo sea más banal para él. Lo que importa es que su visión no sea la de ella. En lugar de ponerse a discutir sobre ello o de convertir el asunto en una cuestión de «no dar su brazo a torcer», es bueno que ambos compartan sus visiones, enriqueciéndose mutuamente.
La relación amorosa no tiene por finalidad una visión común, sino una «creación» común. Se trata del lugar donde deberían compartirse visiones diferentes. Los sabios del Talmud comentan en grupo sus interpretaciones de la Torá. Nadie discute ni contradice al otro. Simplemente exponen lo que tienen que decir -a menudo dando versiones opuestas- y dejan que Dios decida.

Alejandro Jodorowsky
Imagen: Cerro Tronco Seco, Provincia de Quillota, Valparaíso, Chile

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