miércoles, 1 de julio de 2015

In-uter-us; Lo Que Dicen Las Vaginas

“La vagina es túnel paradisíaco que adopta una forma distinta para cada uno de sus visitantes”.
— Alejandro Jodorowsky 

Es innegable que estamos en los tiempos del retorno a lo femenino, la fuerza que da vida, sana, restaura, reúne, nutre, cuida, fertiliza y crea. Desde los tiempos más remotos, la vagina ha sido comparada con cajas, receptáculos o copas. La palabra vagina viene del latín vagina, que se usa para nombrar a la parte del portador de espada que cubre el filo. El anatomista Johann Vesling fue quien usó por primera vez esta palabra, para describir la parte de la mujer que cubre el pene en el coito.

Jesús le dio un valor inmenso al símbolo de la copa o Grial. El cáliz con el que él celebró la eucaristía durante la última cena, ha sido el objeto más buscado en la historia de Occidente. Hoy día, diversas leyendas nos explican que la copa escondida en diferentes lugares, el santo Grial, representa a la vagina femenina. El símbolo sustituyó al objeto físico. La esencia del Cáliz es “lo femenino sagrado”, el gran poder y misterio de la vida.

En las cosmogonías de todo el mundo se han utilizado lugares sagrados, que representan la fuerza del santo Grial, como es el caso de las cuevas. Estos sitios sacros representan la vagina de la Diosa madre. Pareciera que los caballeros del rey Arturo salían en un viaje iniciático en busca no del Grial en sí mismo, si no de lo que representa: el encuentro con la feminidad.

Todos los hombres que han impactado la humanidad para bien: Jesús, Mahoma, Buda, Gandhi, Mandela, entre otros líderes espirituales, expresan una naturaleza feminizada muy conectada con la Madre Tierra y la naturaleza. El guerrero (lo masculino) sin el amante (lo femenino) se convierte en un mercenario. La valentía sin amor es muy peligrosa.

En la travesía espiritual, la conquista de la sensibilidad es una desafiante tarea. Al igual que Arturo y sus caballeros, en nuestros días llamamos caballero al hombre que dedica su vida a defender y honrar lo femenino. En los espacios sagrados, la representación del Grial descansa en el sahumerio, un objeto utilizado para hacer arder resinas que desprenden un humo de agradable olor, que sirve para llevar nuestros mensajes a Dios.

Por muchos años, gran parte de mi práctica ha sido destinada al empoderamiento de las mujeres. En lo personal, reconocer lo femenino sagrado me tomó casi cuatro décadas. Aun me conmociona ver mujeres en conflicto con los órganos que representan su fuerza; senos, útero, ovarios, clítoris y vagina. Esta vez, quiero abordar el tema de la vagina, ya que cuando la vagina de una mujer está satisfecha y funciona bien, podemos saber que las cosas funcionan bien en la vida emocional de su propietaria. La sensibilidad de la vagina la convierte en el barómetro de la felicidad femenina.

Este tubo hueco que llega desde la vulva (los órganos genitales externos) hasta la cerviz (la parte inferior del útero o matriz), alcanzando apenas 3-4 pulgadas. Sin embargo, cuando la vagina está estimulada por la excitación puede aumentar su tamaño hasta en un 200%. La vagina es quien cuenta nuestra historia emocional. La actriz Olivia Wilde dice: “Puedes mentir a tus familiares en la cena de Navidad y decirles que todo está muy bien. Pero no puedes mentirle a tu vagina”.

La misión de la vagina es canalizadora, del pene en el acto sexual o del feto en el parto. El pene y la vagina muestran dos “formas de pensar” y “ver la vida” muy diferentes; el pene es exterior, mostrando con su erección la fuerza que puede penetrar y abrir caminos. La vagina es una víscera interior que muestra el misterio femenino de la entrega. La vagina que es amada facilita el camino, y la vagina que es rechazada dificulta el tránsito.

Cuando una mujer está funcionando desde lo masculino; compitiendo, conquistando, logrando, proveyendo, defendiendo, o luchando, el tránsito por la vida se hace difícil. El doctor en psiquiatra Martin Rush, en “Descifra los mensajes del cuerpo”, comenta que la enfermedad proviene de la prohibición de reconocer y expresar las propias emociones.

Con frecuencia, creemos que las dificultades de pareja generan los problemas sexuales, cuando en realidad no son consecuencia sino causas de las mismas. Cuando la vagina pica, escuece, sufre infecciones, o tiene espasmos, además de visitar al médico deberíamos repasar sinceramente nuestros verdaderos sentimientos acerca del sexo, la relación de pareja y como vemos el ser mujer.

La vagina enferma trae un mensaje de sanación que necesitamos tomar. Estas son las enfermedades más frecuentes de la vagina y el mensaje que nos da:

Vaginitis:

Es una de las consultas ginecológicas más frecuentes, una irritación vaginal que causa un molesto prurito y mucho dolor. Muestra emociones contenidas; ira, amargura, resentimiento o rencor. Según Jodorowsky, la comezón vaginal indica el deseo de una vida sexual más satisfactoria. Cuando la mujer está sola es una especie de reclamo. Una manera de obligarla a tocarse y frotarse. Si tiene pareja es un modo de mostrar irritaciones con la persona con quien comparte la cama; descontento porque se siente utilizada, manipulada o no valorada. En ocasiones, la causa es la culpa originada por creencias o costumbres que bloquean el disfrute sexual.

Infecciones vaginales:

Son muy frecuentes. Se caracterizan por hongos y un prurito que se alivia momentáneamente al frotarse la vulva. Los hongos se instalan en zonas húmedas de “poco tránsito”, donde no les perturben. Simbólicamente este tipo de infecciones muestran insatisfacción sexual por poca (o mala) actividad.

Sequedad vaginal:

Es un mal común caracterizado por falta de lubricación, lo que dificulta y hace dolorosas las relaciones sexuales. Cuando no hay causa orgánica que la justifique, como una disminución considerable de estrógenos, la imagen es de una mujer que inconscientemente está “secando el río para que nada navegue por él”. El escualeno, el lubricante vaginal natural, es una sustancia que también existe en el hígado del tiburón. ¿Qué habrá querido la naturaleza con esta semejanza?

Dificultad con los orgasmos:

No hay orgasmos mejores y peores, sin embargo, la literatura psicoanalítica afirma que la mujer llega a la madurez sexual cuando logra orgasmos vaginales, a diferencia de las mujeres que exclusivamente experimentan orgasmos clitorianos, más asociados a la masturbación que a la sexualidad compartida.

Fuente: Alas; Diario de una libélula peregrina (hoy.com)


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Imagen: Dibujo de Andrés Rábago, más conocido como El Roto
Montaje de Imagen: Manny Jaef 
@alejodorowsky en Twitter

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