domingo, 9 de agosto de 2015

No Hay Que Pedir Milagros, Hay Que Aceptarlos Cuando Vienen... Todo Es Un Milagro. Alejandro Jodorowsky


¿Puede nuestra mente aceptar lo que nuestra intuición desea?

El milagro es la negación de toda ley racional. Para lograrlo hay que tirar el muro de las ideas adquiridas, las paredes de lo racional. A veces, “por el deseo de creer”, podemos engañarnos diciendo que los acontecimientos son lo que en verdad no son.

Para un ser iluminado todo es milagro. Sabe que tiene una mirada que depende de su Yo personal y otra que depende de su Yo esencial. Sabe que ve más de lo que ve, que oye más de lo que oye... dispone de unos sentidos que podemos llamar “surreales”.

Casi siempre, durante el día concentramos nuestra visión en una parcela de la imagen... no vemos otras cosas que después aparecen en nuestros sueños (completando la información).
- Ciertos olores, que creemos no distinguir, hacen que algunas personas nos atraigan y que de otras nos apartemos.
- Algunas ideas o sentimientos esparcen perfume o hedor: “Cuando te casas es para toda la vida”.
- Nuestras manos, sin ser conscientes de ello, perciben la historia de lo que tocan.
- Las formas que nos parecen separadas están unidas. La totalidad de la materia universal es infinita. La razón trata de establecer órdenes, pero es imposible ordenar algo que no tiene límites.

Cuando aceptamos nuestra verdadera naturaleza, que siempre está en resonancia con el cosmos, y confiamos en ella... el milagro se produce.
Al milagro le llamamos casualidad. Ya que si aceptamos la posibilidad del milagro, nuestro mundo “real” se derrumbaría. Lo que escapa a nuestra concepción habitual, nos inquieta y aterra.

Somos dirigidos por una fuerza inimaginable... el universo es una red de interacciones regidas por una misteriosa unidad... lo que le sucede a una estrella repercute en nosotros.
Si hemos nacido es por una necesidad del universo. Aunque misteriosa, todo ser tiene una finalidad. El universo es un proyecto en acción. La creación entera tiene una finalidad.

La antítesis del milagro es la catástrofe. La negación de la unión, del deseo egoísta de posesión, del querer ser dueño del acontecimiento. De convertir a la mente en fortaleza agresiva en lugar de templo abierto.

Hay momentos en la vida donde se plantea una alternativa: hacer o no hacer. Si iniciamos el movimiento este nos lleva a la eclosión del milagro. Si nos negamos a oír la llamada de nuestra intuición vamos a la frustración, a la enfermedad, a la catástrofe.

Cada uno de nosotros es un mago que se ignora. No hay que pedir milagros, hay que aceptarlos cuando vienen... todo es un milagro.

Fuente: Capítulo del libro “Cabaret Místico”, de Alejandro Jodorowsky
Ilustración: Course in Miracles by Zsuzsa Amishael Mészáros

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