lunes, 26 de enero de 2015

La Ceguera “Psicológica”

Alejandro Jodorowsky: Algunas personas que no quieren aceptar lo que sus ojos ven, caen en ceguera psicológica.
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Existen personas que no superan la etapa de la ceguera psicológica, como por ejemplo las personas dependientes.

Obsesionarse por una persona o una relación es síntoma de adicción. Puede darse porque el individuo se siente tan necesitado, tan inseguro que se aferra a esa persona como si fuera su salvación. No es el deseo normal de unión sino de un hambre poderosa, insaciable, que distorsiona su sentido de la realidad. Esto le lleva a una relación obsesiva de superposesión, donde cualquier pequeña discusión es un profundo rechazo. La adicción al amor es sufrimiento. Normalmente son personas que han desarrollado en su vida un profundo miedo al abandono, y por eso a la hora de enamorarse son posesivas y celosas, con excesiva sensibilidad a la crítica y al rechazo. Esto explica algunos casos de maltrato, donde la mujer es capaz de soportar cualquier vejación antes que ser abandonada. Las personas con baja autoestima son más proclives a la dependencia, y a la necesidad de “pegarse” a alguien para sentirse seguros.

Tres formas de adicción al amor

A una persona: Puede ser un amante, un hijo,... Este tipo de adicción conlleva el no poder vivir independientemente de la otra persona, sentir que es posesión. Este tipo de adicción es santificada por nuestra cultura (¡cómo le quiere!), cuando en realidad no es más que egoísmo camuflado. Si realmente buscas el bien de otra persona, le dejas ser independiente que es lo necesario psicológica y biológicamente. El padre sufre este tipo de adicción hacia su hijo, se molesta por su independencia y piensa que es un desagradecido.
Si esta dependencia es recíproca, es muy difícil evolucionar en la vida, como el hijo que vive con su madre toda la vida.

A una relación: Hay personas adictas a la idea de tener una relación. Están más enamorados de la idea de tener pareja que de la persona. Existen dos tipos, los que rompen y reinician relaciones, y los que se aferran a los efectos reforzantes de su relación (“Te odio pero no puedo dejarte”). Muchas parejas se mantienen unidas por muchas otras razones que por amor.

Al romance: Estos individuos viven tentados por el romance, la aventura, la pasión. Se preocupan por los rituales románticos: citas, cenas, sexo en lugares poco comunes,… toda la parafernalia tentadora del romance pasajero. Está adicción suele ser el resultado de la fantasía, el infantilismo, el subdesarrollo afectivo. Buscan la seducción, la conquista, pero luego se cansan. Son inmaduros que suelen ser considerados ídolos sociales. Un claro ejemplo de adicto al romance era Don Juan, y normalmente a quien así se le denomina coincide con este perfil.

Fuente: tuotromedico.com
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Diálogos vía Twitter 
Preguntan a Alejandro Jodorowsky en Twitter:
- @coniasgu: ¿Me podría leer esta tirada por favor, XI, IIII, XXI.
Respuesta: Ese negocio tendrá mucho éxito, Puede convertirse en un nene.
- @coniasgu: A riesgo de equivocarse, yo pensaba más en problemas emocionales que en un negocio, tal vez no entiendo la interpretación.
Alejandro Jodorowsky: Ceguera psicológica: dije NENE. Si te acuestas por interés con alguno, alguien con dinero, te puede resultar un NENE, ¡¡¡NENE!!!


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Imagen: Praise blindness by Dee Anabb
Montaje de Imagen: Manny Jaef 
@alejodorowsky en Twitter

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